Relatos ganadores del Certamen literario de la 1ª Evaluación: Relatos de la solidaridad.

NO TODOS LOS HÉROES LLEVAN CAPA, Jaime San Isidro Toledo, 1º ESO B 

«Elige tu superhéroe preferido y haz una breve redacción sobre él´´. Las palabras de la profesora no dejaban de resonar en la cabeza de Elías, mientras escuchaba a sus padres discutir durante la comida, sobre el aumento del precio de la luz. A pesar de que hoy su madre había cocinado su plato favorito, salmón a la plancha, el muchacho casi no había tocado el plato. 

Su padre extrañado le preguntó: 

-¿No te encuentras bien? 

-No, estoy bien, solo algo preocupado por una tarea de clase- respondió Elías. 

-No te preocupes, seguro que al final lo logras, confiamos en ti- respondió su madre sonriendo. 

Después de ayudar a recoger la mesa, para despejar la mente, subió a su habitación y se puso a leer una revista sobre historia y ciencia, que recibía mensualmente por correo. 

De repente, encontró un artículo que le resultó muy inspirador. ¡Por fin había encontrado la solución al dilema que tanto le inquietaba! De la emoción arrojó la revista al aire, con la mala suerte de que, por una vez en su vida tuvo puntería, y vio con espantó como la revista salía despedida por la ventana. 

Ignoró este hecho tan desafortunado y se lanzó a encender su ordenador, era el momento de empezar a redactar su trabajo. 

MI SUPERHÉROE PREFERIDO 

Louis era un niño nacido a finales del siglo XVIII en Coupvray, un pueblo al este de París. 

Un día, cuando Louis estaba ayudando a su padre en el trabajo, se clavó una herramienta en el ojo y Louis se quedó ciego. 

A los seis años, consiguió entrar en la escuela, donde mostró dotes excepcionales, lo cual lo motivó para ir a estudiar a París, a la IRJC (Institución Real para Jóvenes Ciegos). 

En 1819, Louis llegó a París, los primeros días se desubicaba por el centro, pero con la ayuda de compañeros y maestros conseguía llegar a las clases. 

Un día, el capitán Charles Barbier les presentó un nuevo tipo de escritura.

Louis era un prodigio en la academia, y a tiempo parcial tocaba el piano. Una noche Louis decidió mejorar el método Barbier, el cual resultaba muy complejo. 

Una vez finalizado, Louis se lo explicó al director y él aceptó la idea, dejando que presentase su método. 

Al final del discurso, todos lo aclamaron, acababa de nacer el método Braille de escritura para ciegos. 

Louis Braille fue profesor del IRJC y pianista, y murió en 1852 de tuberculosis. Sus cenizas descansan en el Panteón de París. 

Ese día, al llegar al instituto, Elías se encontró con Alicia, una compañera que a causa de un accidente había perdido un brazo. La chica llevaba una maleta en los hombros y muchos cuadernos en el brazo. Elías pensó en ayudarla, pero quizás ella se sentiría ofendida porque la estuviera tratando de manera especial, así que se adelantó un poco y abrió la puerta. A la vez que él abría ella entró y le dijo al oído «Muchas gracias´´. Elías comprobó que cualquiera puede ser un héroe. 

FIN 

Ilustración Del Hombre Ciego Ilustraciones Vectoriales, Clip Art  Vectorizado Libre De Derechos. Image 32761223.

JORGE YA NO ESTÁ, Carlos Maese Morillo, 2º ESO B 

Hace unos días encontré en mi casa una fotografía en un álbum de cuando era pequeño. Estaba con mis amigos y amigas con los que estuve en mi colegio de primaria. 

Estaba Iván, que se fue en primero a Canarias. También Aitor, que se marchó a Galicia aunque viene todos los veranos. Casi no me acordaba de Jorge. Allí estaba con todos nosotros. 

Estábamos en tercero. El más pequeñito y delgado del grupo. Con sus gafas azules porque era muy miope, parecía un niño débil pero no lo era. 

Le gustaba jugar al fútbol con todos pero había momentos en los que se notaba que no era del todo feliz. Había momentos en los que se callaba y observaba. De repente se volvía tímido. 

Tenía un hermano un año mayor en el colegio que estaba muy pendiente de él. También sus padres le querían mucho. Pero algo le pasaba a Jorge que no lo dejaba ser del todo feliz. 

Cuando pasé la página del álbum y vi las fotos del año siguiente, Jorge ya no estaba. Jorge se había ido para siempre. Pero allí estaba con todos nosotros.

Estábamos en cuarto. La más pequeñita y delgada del grupo. Con sus gafas azules porque era muy miope. Se veía una niña muy fuerte y segura de sí misma. 

Seguía encantándole jugar al fútbol. ¡Qué más da, ser niño o niña para jugar al fútbol, si te gusta! Y creo que era totalmente feliz. Jorge, el niño tímido que se callaba y observaba se había ido para siempre. 

Su hermano mayor estaba más pendiente de ella que nunca y sus padres estaban siempre a su lado. 

Una vez mi madre me preguntó por él: “Oye, ¿Jorge ya no viene a jugar a casa?. Y yo le contesté: No. ¡Jorge ya no está! ¡Ahora está Belén! 

Todos, compañeros, padres y madres del colegio reflexionaron hasta darse cuenta de que Belén era una niña y que era una niña muy feliz 

FIN 

Imágenes de Nina | Vectores, fotos de stock y PSD gratuitos

SOLIDARIO, Miriam Moreno López, 3º ESO B 

Me llamo Sol y esta es mi historia. 

Nací en un pequeño pueblo en la ladera de una montaña. Me crié entre bosques de laurisilva y como, según mis padres, llegué para dar luz a su vida, me pusieron el nombre de Sol. 

Mi familia ha sido siempre humilde y trabajadora y desde pequeña me enseñaron valores como la ayuda a los demás, el cariño y el respeto, pero nunca pensé que tendría que aprender de aquella manera lo que era la solidaridad. 

Mi vida era como la de cualquier chica de 16 años, aburrida a ratos. Algunos días me gustaba acompañar a mis abuelos al huerto, otras me presentaba voluntaria para algunas acciones en la residencia de ancianos de mi pueblo, salía con mi pandilla… 

Pero aquella mañana me desperté alarmada por culpa de un fuerte rugido. ¿De dónde venía? Subí mi persiana con cuidado, y pude ver a lo lejos un intenso humo negro y una luz que salía de las entrañas de la Tierra. Me temía lo peor. Mis padres entraron a mi habitación para decirme que recogiera lo imprescindible. Rápidamente, obedecí y salí corriendo con lo que pude coger en mis pequeñas manos. 

Pude ver el pánico a mi alrededor. Gente corriendo, niños gritando, todo el mundo desmantelando sus casas… Parecía de película, pero no lo era.

Entre el barullo, pude ver el caos que había en la residencia de ancianos. Tenía mucho miedo, pero debía ayudar. Solté mis cosas en el coche y corrí como un rayo. Ya no veía a mis padres entre la multitud y tampoco podía volver atrás. Intenté calmar a algunos ancianos que se encontraban solos y asustados. Yo no sabía muy bien qué hacer, algo me decía que tenía que actuar. De pronto, apareció un chico, al que había visto algunas veces visitando a su abuelo. Entre los dos llevamos a los ancianos a un sitio más seguro, aunque estábamos aterrados pues el volcán seguía rugiendo… cada segundo, más fuerte… 

Enseguida llegaron las fuerzas de seguridad y nos metieron en varios coches para llevarnos al otro lado de la isla. Mientras tanto, yo miré hacia atrás para ver mi pueblo por última vez. De un momento a otro mi casa, mi huerto, mi vida… sería destruida. Solo de pensarlo, me moría por dentro. De pronto, pensé en mi familia. ¿Volvería a verlos? ¿Estarían orgullosos de mí? El chico de la residencia intentó tranquilizarme. “Has hecho lo que te dictó el corazón” – me dijo. Sin embargo, yo no podía dejar de pensar en ellos… 

Cuando nuestro coche paró pude ver a muchos de mis vecinos que me indicaron que mis padres estaban buscándome. Y por fin me reuní con ellos. Nunca un abrazo fue tan necesario. 

Mi nuevo amigo estaba junto a su abuelo y los otros ancianos, que no paraban de darnos las gracias. Me acerqué y le pregunté tímidamente su nombre. – Me llamo Darío, me dijo. 

Sol y Darío, ¡menudo tándem! Y así fue como aprendí el verdadero significado de la solidaridad. 

feliz dia de los abuelos. abuelo alegre 2841363 Vector en Vecteezy

UN NUEVO COMIENZO, Francisco Javier Moreno López, 4º ESO B 

Sin mirar atrás metí mi vida en un hatillo y me fui dejando una parte de mí en el poblado. 

Mi padre me dio todos sus ahorros y mi madre, un beso lleno de amor. 

Y así, solo y triste pero lleno de esperanza llegué a la playa, donde ya había varias personas esperando en la misma situación que yo. Allí esperaba una persona totalmente desconocida y con aspecto desaliñado al que tuve que pagar el viaje en patera hacia España.

La barquita era bastante pequeña y apenas cabíamos, las ganas de alcanzar una nueva vida nos hacían no pensar en las durísimas condiciones de aquel viaje que empezaría a la caída del sol. 

Intentaba pasar las horas pensando en mi familia, en las bromas que le hacía a mi hermana, en las veces que me lo había pasado bien con mis amigos… 

A medida que pasaban las noches, nos íbamos dando cuenta mis “compañeros de viaje” y yo de que algunas personas habían muerto, ya fuera por sed o por frío, no sabíamos por qué. El frío y la humedad nos calaban los huesos y nos pasaba por la cabeza cada vez más la posibilidad de morir en el intento. 

La idea de alcanzar la costa y comenzar una nueva vida se desvanecía poco a poco. Con estos pensamientos y unido al cansancio me debí dormir, no sé cuánto tiempo pasó hasta que me despertó el murmullo de mis compañeros de viaje. A lo lejos se veía la ansiada costa, lo que parecía ser nuestro “paraíso”. Salté de la barca, ya que quería hacer los últimos metros nadando y tenía la sensación de que iba a llegar antes. 

Cuando estaba a punto de llegar a la costa, me dio un gran calambre en las piernas y no conseguí nadar. Esto hizo que me fuera hundiendo cada vez más rápido; perdiendo poco a poco la visión; pasando toda mi vida ante mis ojos, incluida esta última aventura; cuando de repente, noté como iba subiendo de nuevo. Alguien tiraba de mí y me hacía volver a la superficie. Sentí unos brazos que me cogían por debajo de los míos y me sacaban hasta la orilla, tumbándome en la arena. Por fin estaba a salvo. El voluntario de la Cruz Roja me cubrió con una manta térmica y me sonrió mientras me ofrecía una bebida caliente. “Amigo”, dije, mientras le tendía la mano en señal de agradecimiento. 

No sé qué pasará a partir de ahora ni cómo será mi futuro. Lo que sí sé es que tendré muy presente a aquel hombre que me salvó la vida y me ofreció un nuevo comienzo. Aquel hombre que me enseñó el significado de la palabra solidaridad. 

Descubre los Requisitos Para ser Voluntario de la Cruz Roja ▷【2021 】

¿TODOS IGUALES?, Víctor Montero García, 1º Bachillerato C 

Como de costumbre, Rosario recoge a María de la escuela, se dirigen a casa para tomar la merienda. 

Mientras Rosario anda por la cocina, la pequeña María de 8 años quiere preguntarle algo que está pensando desde que salió del colegio. 

La pequeña pregunta a su madre:

-¿Mamá, podemos ir al centro comercial a comprarme ropa nueva? 

Rosario responde inmediatamente: 

-Claro, cielo. El sábado pasaremos por allí. 

Sin embargo, ella no ha comprendido que quiere ir ahora. A lo que María responde: 

-Verás…Tiene que ser esta misma tarde porque quiero jugar en el patio mañana… 

Rosario, sorprendida, pregunta: 

-¿Qué tendrá que ver lo que lleves con jugar en el patio, María? ¿Es que tenéis una fiesta de disfraces o un teatro donde haga falta llevar algo en concreto, hija? 

A lo que María con la cabeza bajada, responde: 

-No, mamá, pero hoy mientras salíamos al patio me han dicho algunos compañeros que yo no podría unirme al grupo para jugar a “las familias” porque la gente con color negro no puede tener muñecos blancos. Yo miré mi sudadera, y me parecía mas de color gris que negro… Pero quizás ellos pensaron que era negra. Por eso, debemos ir a comprarme una nueva de colores más alegres. 

Rosario tras unos minutos de silencio comprende que, gracias a la inocencia de la pequeña, María no ha entendido la verdad del asunto. Por lo que con una sonrisa forzada le dice: 

-María, mañana quiero que les digas que independientemente de los colores de cada uno, todos podemos ser mamás y papás de todas las clases de muñecos que hay en la clase. ¿Entiendes? 

María sin comprender nada, asiente y se marcha al comedor. 

Rosario llora a solas y piensa que la primera piedra en el camino de María ha comenzado hoy. Piensa que en la vida de su hija siempre habrá un poco de rechazo, miedo y desigualdad, piensa que por qué nos tocó un mundo donde se ha decidido que unos vivirán por encima de otros por no compartir el mismo color de piel.

Ilustración de niña negra de dibujos animados | Vector Premium